CRÍTIQUES

VALORACIÓ
9
Fuego bendito
Publicat el: 3 de juliol de 2015
CRÍTiCA: Vorònia
Como
si se tratara de una hoguera de San Juan. Desde el minuto uno, Marcos
Morau decide prender la connivencia con los abusos que en nombre de
la fe ha cometido lo clerical. Y no sólo lo consigue, es que estamos
frente a una pira creativa de lo más superlativo nunca ofrecido por
La Veronal. De nuevo convoca en el escenario a sus bailarines, esta
vez para algo tan grande como inaugurar el Festival Grec, y cual
demiurgo arrebatado de verdad les hace atravesar las brasas de la
estupidez humana que empañaron de sangre pecadora semejante cordero
inocente. Ahí, en ese inicio del espectáculo, se concentra todo el
universo imaginativo de la compañía: el movimiento audaz que en
gesto anguloso muestra la perfidia de lo humano; la escenografía que
a la manera de una pantalla relata la historia de la traición; la
banda sonora de una cultura expulsada del paraíso; y, finalmente, la
coreografía de múltiples lenguajes artísticos convocados al festín
del fuego redentor. El arranque de “Vorònia” es pura
consagración del nihilismo.
Definitivamente
nadie va a bailar nunca el “estilo Veronal” como la propia
compañía: dejémonos de franquicias. Sus acentos gestuales
traspiran de sentido porque son coprotagonistas. Las nuevas
incorporaciones se contagian de ese entusiasmo y es en el conjunto
donde se mide ese rendimiento, más allá de brillantes
intervenciones en solitario o pequeño grupo. Eso permite infinitas
variaciones coreográficas, aderezadas de experimentos, como por
ejemplo el que producen con sus manos en el eco del espacio del
Teatre Grec.
Puestos
a quemar, lanzan también a las llamas los propios referentes: ahí
está ese niño y los animales, para contrariar a Orson Welles: esos
perros de Alain Platel que aquí deambulan brevemente buscando
comida. También la danza-teatro y esa apropiación u homenaje, que
nunca se sabe, a Pina Bausch con los bailarines transitando
lentamente por las alturas del escenario. Y al fuego también con lo
propio: nuevamente una vitrina donde sucede todo al margen de lo
real, como en “Nippon-Koku”; o ese cadáver exquisito con el que
en “Siena” esta compañía llegó a la excelencia creativa.
Muebles viejos de los que deshacerse, en una declaración de
intenciones que de tan evidente, conmueve.
En
ese preciso instante “Vorònia” es un éxtasis de dolor. Deberían
haberlo acabado así. Eso es (aceptémoslo de una vez) de lo que está
hecho la humana condición, sin las vanas esperanzas de comprender
por qué.
CRÍTIQUES RELACIONADES / Vorònia
TÍTOL CRÍTiCA: Manierisme bastard
PER: Manuel Pérez i Muñoz

VALORACiÓ
8
TÍTOL CRÍTiCA: ¡Larga vida en el infierno!
PER: Elisa Díez

VALORACiÓ
7
TÍTOL CRÍTiCA: El nostre infern de cada dia
PER: Aída Pallarès

VALORACiÓ
8
TÍTOL CRÍTiCA: ESCENES FASCINANTS ENS CONDUEIXEN A L’INFERN
PER: Montse Otzet

VALORACiÓ
7
TÍTOL CRÍTiCA: Apocalíptic
PER: Francesc Massip

VALORACiÓ
7
TÍTOL CRÍTiCA: EMBRIAGUEZ VISUAL
PER: Carmen del Val

VALORACiÓ
7
TÍTOL CRÍTiCA: Notable espectacle d’inauguració del Grec, tot i no ser el més directe de La veronal
PER: Jordi Bordes

VALORACiÓ
8