CRÍTIQUES

VALORACIÓ
7
El tirano amor de Shechter
Publicat el: 7 de febrer de 2016
CRÍTiCA: Barbarians
Agotado,
embelesado, divertido, subyugado a la vez que desconcertado quedó el público
tras presenciar, en el Mercat de les Flors,
Barbarians, el último
espectáculo de Hofesh Shechter para su compañía. Se trata de un tríptico sobre
el amor cuyo éxito reside en hacer vivir al espectador los diferentes estados a los que
le somete el amor, en el caso de Shechter: un amor tirano. Esta intención del coreógrafo le disculparía
de la larga duración de la obra, ─una
hora cincuenta minutos─, de la irritante música de los pasajes sonoros que
firma y mezcla con otros hermosos temas, por ejemplo de música barroca, y como
las brillantes frases coreografías se intercalan con otras mediocres y
efectistas. Lo mejor del espectáculo, a
parte de las magníficas e hipnóticas luces de Lawrie McLennan, fue la parte final de Barbaians, pero igual que los codiciados amores cuando el espectador
llegó a este momento ya había perdido interés. Al terminar la función el público aplaudió, no con entusiasmo, pero
sí con la certeza de que Shechter le
había hecho sentir un intenso amor con
sus luces y sus sombras.
La noche
del jueves el público que acudió al Mercat se encontró en la entrada de la sala
MAC un gran recipiente de cristal con
tapones para los oídos, un aviso de que la música de Barbarians sería ensordecedora, quienes habían visto en el Grec de 2014 la obra de Shechter, Sun, ya sabía a lo que iba y le pareció exagerado esta opción. La
prepotencia con la que este coreógrafo trata al público le
distancia cada vez más de su obra. El espectáculo formado por tres
coreografías comenzó con The
barbarians in love, en la que el autor recrea el amor íntimo e inocente.
Los seis intérpretes vestidos de blanco,
con físicos muy diferentes, buena técnica y poca personalidad escénica integraron
con agilidad en su baile las frases coreográficas elaboradas junto el gesto
contemporáneo. Una voz en off que mantiene un confuso diálogo
con Shechter, evidenció la crisis que sobre el amor, típica de los
hombres que cumplen 40 años, está atravesando el coreógrafo israelí.
Tras una
pausa de 20 minutos, se inició la segunda parte, tHE bAD que
seconvirtió en una explosión de baile a
ritmo de dubtep. Los bailarines vestidos con unos maillots dorados, como las burbujas de
los anuncios de cava, se entregan a una danza versátil y urbana, que convirtió
este fragmento en el más pasional de Barbarians.
La obra
finaliza con la coreografía Two
completely different angles of the
same fucking thing, se puede
considerar como una concepción del término
l’amour fou del autor. Una
pareja, él vestido de tirolés y ella una bella mujer, inician un sensual baile
a ritmo de una música de jazz. Su intenso baile y su complicidad, llegan
aburrir pese a tener el encanto de lo absurdo. En Barbarias es evidente que Shechter quiere denunciar que el amor con mayúscula llega aburrir cuando resulta arduo
alcanzarlo, por esta razón también
aburre al público con su obra.
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