CRÍTIQUES

VALORACIÓ
9
Brillante elenco
Publicat el: 18 de desembre de 2016
CRÍTiCA: Coppélia. Dir: Julio Bocca
Dinámica, mágica, virtuosa y magistralmente interpretada
resultó Coppélia, la obra que el Ballet Nacional de Sodre de Uruguay, (BNS) dirigido por Julio
Bocca, ha elegido para su presentación
por primera vez en el Gran Teatro del Liceo. Coppélia o La muchacha de los
ojos de esmalte, ballet pantomima en dos actos y tres escenas, se estrenó
en el Teatro Imperial de la Ópera de la Rue Le Peletier de París el 25 de mayo
de 1870, en presencia del emperador Napoleón III. El libreto era de Charles
Nuitter y Arthur Saint-Leon, éste último
autor también de la coreografía, y se basaba en el cuento original Der Sandman (El hombre de los ojos de arena) de E.T.A. Hoffmann. La versión que
ha ofrecido el BNS en el Liceo es del cubano Enrique Martínez, que se estrenó
en Nueva York, por el Brooklyn Academy el 24 de diciembre de 1968, y destaca
por su dinamismo y complejidad de las frases coreográficas, heredadas de la tradición franco-rusa.
Coppélia es un ballet cruel, si se analiza el
argumento, al igual que lo son las películas de Disney, sin embargo la versión
que ofrece el BNS tiene la virtud de la inocencia que emana de sus jóvenes
intérpretes y la dramática historia de Dr. Coppélius, enamorado de una muñeca,
se tiñe en manos de Martínez de exquisito humor. Este ballet introduce por
primera vez en su argumento un mundo de autómatas, temática que culminará en la
inquietante historia del ballet Petruska.
El I Acto de esta obra en de una gran vitalidad. El cuerpo de baile del BNS hechizó al público
por su disciplinado baile, su trabajo excelente
de puntas y sus precisos y asombrosos giros y saltos. Las danzas de carácter como mazurcas,
czardas, gigas y bolero
imprimen una gran fuera y colorido a este acto. Unificar el estilo de más de setenta bailarinas
en escena no habrá sido fácil para Julio Bocca, director de la compañía desde
hace seis años, pero lo ha conseguido. ¡Bravo Julio! En este primer acto hemos
de destacar el excelente baile de la pareja
protagonista, la noche del estreno, encarnada por María Riccetto en el papel de
Swanailda, virtuosa y con un mágica souplesse, y de Gustavo Carvalho, como un gallardo Franz, Sin embargo quien arrancó los aplausos más
sentidos en este primer acto fue el español, Ciro Tamayo, que cortó la respiración
del espectador en la mazurca. Sus brisés volés, entrechats y jetés,
fueron de una nitidez apabullante.
El II Acto de Coppélia
es de un gran dramatismo, que en esta versión de Martínez acentúa la misteriosa
y tenebrosa escenografía de José Varona.
La ternura que muestra el Dr. Coppélius,
encarnado por un convincente, Daniel
Galarraga, al creer que su muñeca tiene vida, junto el juego interpretativo que mezcla la
insolencia de Swanilda y el amor de Dr. Coppélius derrite el corazón del
espectador. El III Acto es una explosión
de alegría y de buen baile. Toda la compañía se une en una vital y acelerada danza rápida,
compartiendo la felicidad que viven la pareja protagonista. El BNS junto a un
emocionado Julio Bocca recibieron los
entusiastas aplausos y sentidos bravos del público, que llenaba el Gran Teatro
del Liceo.
CRÍTIQUES RELACIONADES / Coppélia. Dir: Julio Bocca
TÍTOL CRÍTiCA: Coppelia y el Ballet Nacional de Sodre
PER: Enid Negrete

VALORACiÓ
5
TÍTOL CRÍTiCA: Una Coppèlia alegre i dinàmica
PER: Montse Otzet

VALORACiÓ
7