Broche de oro a la temporada liceística con la versión de concierto sinfónico del West Side Story de Leonard Bernstein acogido con más de 11 minutos de aplausos y ovaciones. Muchos espectadores, con la maleta esperando en casa para iniciar las vacaciones, no quisieron perderse al trío de ases –Gustavo Dudamel, Nadine Sierra y Juan Diego Flórez- que, oh, sorpresa, se convirtió en póquer con la presencia inesperada de Sondra Radvanovsky para interpretar el inolvidable Somewhere. Una pieza que, siguiendo el criterio del legendario compositor, debe acometer alguien ajeno al elenco. Y allí estaba la soprano estadounidense, muy admirada por el público barcelonés, para llevarse una larga ovación al final.

Fue una noche para el recuerdo que debe animar al coliseo de la Rambla a repetir aventuras similares. Se agotaron las localidades de las dos funciones y el respetable se lo pasó en grande con una producción semiescenificada, con las voces amplificadas, de la histórica grabación de 1984 realizada por Bernstein que contó con el catalán Josep Carreras. Ahora el éxito fue para un elenco muy americano.

Desde el atril, el maestro venezolano Gustavo Dudamel se marcó una dirección estelar, con un apasionamiento que traspasa a la orquesta y la platea. Su dinámica batuta hizo brillar a la reducida orquesta sinfónica, firmando una lectura vibrante, expresiva y enérgica de esta obra maestra que amalgama jazz, swing y ritmos latinos. Además, Dudamel, artífice de la banda sonora del reciente musical de Steven Spielberg (2021), cautivó con su desmelenada gestualidad. Todo un espectáculo.

Una María maravillosa

La queridísima Nadine Sierra se ha ganado el apelativo de Novia del Liceu con sus cuatro deslumbrantes apariciones esta temporada. Desarma con su presencia y una prodigiosa voz, de bello timbre y exquisitos agudos. Es, en el mundo de la ópera, lo más parecido a la bella, dulce y encantadora Natalie Wood que enamoró a todos en la película de Robert Wise y Jerome Robbins de 1961, premiada con 10 Oscar. La soprano de Florida también embelesó con su maravillosa María. A su lado, triunfó la voz excelsa del peruano Juan Diego Flórez como Tony. Se llevó la primera gran ovación con María y mantuvo muy buena química con Sierra. Por poner alguna pega a la propuesta, le faltó dramatismo a su muerte. Tras el disparo fatídico, el tenor desapareció de escena, cuando lo imaginábamos mejor cayendo moribundo en brazos de su amada. También podría haber sido más teatralizada la rivalidad pandillera entre los Jets y los Sharks.

Del resto del muy acertado reparto –elegido por el propio Dudamel y el director artístico del Liceu, Víctor García de Gomar- hay que destacar la excelente interpretación canora y actoral de la mezzosoprano neoyorquina Isabel Leonard. Fue una Rita carismática, poderosa y sexy. Entre todos, compusieron un West Side Story que hubiera enamorado hasta el propio Bernstein.