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VALORACIÓ
9
Soberbia lección actoral.
Publicat el: 22 de gener de 2018
CRÍTiCA: Migrante
Un solo actor en escena,
escenario limpio-vacio, vestuario neutro y un extraordinario lenguaje vocal y
corporal. Con esas simples herramientas, las fundamentales del arte teatral, el
actor mexicano Juan Pablo Mazorra
nos introduce al mundo de los Migrantes, esa lacra que persigue a la humanidad
desde queel hombre es hombre. Migrante
fue el legendario Ulises, migrantes son los espaldas mojadas mexicanos que se
dejan la vida cruzando el desierto camino de Estados Unidos, migrantes son los
sirios que huyen de la guerra en balsas precarias camino de las costas griegas,
como los subsaharianos que lo hacen camino de Italia o España, migrantes son
los enfermos que buscan salvar su vida en aquellos hospitales que no existen en
su país…
En todos estos papeles
se sumerge con una gran capacidad identificativa y una energía asombrosa Juan
Pablo Mazorra demostrándonos a la vez un perfecto dominio del cuerpo, tan
dúctil como el de un bailarín, y de la voz y la respiración (en ningún momento
pierde el tono, ni demuestra el más mínimo cansancio, pese al gran esfuerzo físico).
Tal es la energía desplegada que puede apreciarse de forma visible como literalmente
humea su cabeza).
Sin recurrir en ningún
momento a fáciles sentimentalismos, ni victimismos,
retratando la parte humana con sobria intensidad, nos abduce, nos conduce y nos
sobrecoge, sin olvidar los oportunos toques de humor. El migrante mexicano en
su trágica borrachera que tras vencer al desierto consigue llegar a Estados
Unidos y tiempo más tarde vuelve a su pueblo, donde ya nada es lo que era. La migrante siria en una balsa que se hunde
en una negra noche, sin luna ni estrellas, en mitad del Mediterráneo. El médico forense que trata de darles digno
entierro a los cadáveres anónimos que se acumulan, los migrantes sin suerte. El apasionado futbolista de élite colombiano
que en un instante verá cambiar de forma tan inesperada su suerte (en esta
historia hay un graduado suspense que no desvelaremos). Y como hilo conductor que viene y va, el
ciudadano Ulises reclutado para la guerra de Troya, el ingenioso Ulises que da
con la clave para vencer a los troyanos, el marinero Ulises en el larguísimo y
dramático regreso a casa, Ulises luchando con el cíclope, Ulises venciendo la
tentación de las sirenas, Ulises envejecido pero por fin en casa con su amada Penelope
y su hijo Telemaco.
Una meritoria dramaturgia
a seis manos, Rosa Molina, Sergio Alvarez y el propio actor Juan Pablo Mazorra, basándose en hechos
reales. Una acertada dirección dual de Giselle
Stanzione (actriz-directora venezolana, co-fundadora en Portugal de la
compañía Maracula, www.maracula,com) y Neilor Moreno (actor-director-brasileño).
Un interesante y multicultural grupo de
artistas que han coincidido en cursos especializados en el Institut del Teatre
de Barcelona.
Ochenta minutos de gran
actuación, una lección de teatro corporal con texto, una Odisea Migrante que te
mantiene en vilo y que estalla al final, como no podía ser de otra manera, en
un prolongado y agradecido aplauso.
El día que vimos la
función, estaba la sala del Teatre La Vilella a rebosar, con un público
entregado que saludo de pié con un largo y vitoreado aplauso el gran trabajo
actoral de Juan Pablo Mazorra (facebook.com/juanpablomazorra)
.
Si tienen ocasión, no se
lo pierdan.
Texto : [email protected]
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9