Al finalizar la función, con el público puesto en pie ‘muerto de risa’, Marcel Escolano, intérprete y codirector y cocreador de la pieza junto con Bet Garrell, pidió a los espectadores que no desveláramos nada de lo presenciado y así lo haremos. Apenas daremos unas pocas pistas y un consejo importante: ¡No se la pierdan!

Tras un arranque de impacto conducen al público a un lugar con elementos de obras que les darán inmenso juego. Allí perpretarán una farsa inspirada en los ajusticionamientos públicos. Acompañan a Escolano -¡está en superforma el veterano clown, que ejerce del inflexible y persistente Rossinyol!- los payasos Anicet Leone, también deportista de riesgo, en el papel de Mardi, y Gabriel Agosti, a quien le toca meterse en el cuello del desventurado Melón. Los tres despliegan un hilarante catálogo del mejor humor físico excediendo todos los límites para disparar el efecto cómico. Están brutales, estos maestros del ‘slapstick’, con sus exageradas acciones de violencia física. Tartazos increíbles que desatan las risas, e incluso alguna incomodidad, en el respetable. Hay algún momento que recuerdan a los descerebrados de ‘Fargo’, el clásico de los hermanos Coen y parece increíble que no acaben en la enfermería tras sus bestiales trastadas. Un nuevo enorme éxito de la compañía Los Galindos -Escolano y Garrell- que desde su creación en 1991 no han parado de sorprendernos. Que sigan así muchos años más.