CRÍTIQUES

VALORACIÓ
8
La memoria de los cuerpos (1)
Publicat el: 28 de novembre de 2016
CRÍTiCA: Anarchy
Resulta
una regalo para todos reencontrar a Semolina Tomic en el escenario:
su argumento es la fuerza de una verdad ninguneada, que nadie como
ella puede expresar con mayor cólera. Y el perfil escenográfico, un
dibujo delicado, de apuntes, flashes y muchos espacios vacíos
entremedio que cada espectador debe completar. O rasgar con la púa
de una guitarra eléctrica, que es en este caso la original sorpresa
con la que se encuentra al entrar en la sala. Es el sello
inconfundible de dos incansables de la búsqueda: Sofía Asensio y
Tomás Aragay. Con el concurso también de la genialidad de cube.bz.
Aquí a propósito de esa memoria histórica que molesta tanto
restituir a algunos. Aunque de hecho se trata más de una advertencia
que de una lección sobre el movimiento anarquista en la ciudad de
Barcelona. Cuando algo se oculta a la vista, es también porque
alguien no quiere mirar. De lo contrario no hubiera pervivido tanto
tiempo en el fondo del silencio. Ese quería ser también el
propósito de la exposición que tanta polémica se llevó con la
estatua ecuestre y que no permitió, por el desacierto de unos y la
exaltación de otros, ahondar en su propósito. Los nombres de las
cosas son ordenamiento jurídico porque todos nosotros lo permitimos.
No al revés. Y este canto de raíz, gesto dolido, aullido de
movimiento y rabia con el que la artista nos acerca a esa verdad, es
profundamente pertinente.
Pots llegir tota la crònica del diumenge 27 al Festival Sâlmon< 2016 en el següent enllaç:
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TÍTOL CRÍTiCA: Adrenalina, contundència i participació de molts wats de potència
PER: Jordi Bordes

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8