Un moment de recés a la Biblioteca. Un moment de parada de La Perla per engegar un nou projecte, una nova cosa, que ens farà somniar una mica.
Un espectacle de creació sobre tots aquells espectacles que hauríem volgut fer, veure, sentir… una proposta des d’on mirar junts el món del teatre, del cinema, de la fantasia, acompanyats per Fellini i la seva capacitat de fer-nos descobrir de nou la il·lusió i l’esperança d’un altre món possible.
Un 8,5 para Oriol Broggi y su formidable equipo de actores. Antes de Wert esta nota había llegado a ser un sobresaliente y, en un guiño fácil, es la que merece 28 i mig, aunque desde Recomana.cat solo nos movemos en números redondos. La última propuesta de La Perla 29 emprende un fascinante viaje en la Biblioteca de Catalunya. Viaje poético, de tremenda fuerza visual y recursos infinitos. De la legendaria película de Fellini parte el tronco argumental con un director en crisis creativa, que encarna Pablo Derqui, como el de 8 y medio. Pero solo es un punto de partida que ha llevado a Broggi a tejer un enorme patchwork, repleto de autorreferencias a su aplaudida trayectoria y de citas o momentos de nombres imprescindibles para Broggi como Dante, Shakespeare, Pirandello, Chéjov, Espriu o Estellés. Y de fondo un canto a la creación como alivio espiritual en días de oscuridad; creación en cualquier vertiente: teatral, literaria, circense, cinematográfica… Ese canto se amplía a un paisaje (Italia) con el que Broggi se siente no menos identificado. El uso de un espacio único como el de la Biblioteca vuelve a maravillar en manos del director. El único para no alcanzar la nota máxima es que la dramaturgia resulta tan excesiva, y tan referencial, que puede alejar (apabullar) a un espectador más generalista. Pero este es un viaje que tiene que hacerse más con la piel, con el espíritu, que con el intelecto y poder así gozar de un mosaico deslumbrante..
Un 8,5 para Oriol Broggi y su formidable equipo de actores. Antes de Wert esta nota había llegado a ser un sobresaliente y, en un guiño fácil, es la que merece 28 i mig, aunque desde Recomana.cat solo nos movemos en números redondos. La última propuesta de La Perla 29 emprende un fascinante viaje en la Biblioteca de Catalunya. Viaje poético, de tremenda fuerza visual y recursos infinitos. De la legendaria película de Fellini parte el tronco argumental con un director en crisis creativa, que encarna Pablo Derqui, como el de 8 y medio. Pero solo es un punto de partida que ha llevado a Broggi a tejer un enorme patchwork, repleto de autorreferencias a su aplaudida trayectoria y de citas o momentos de nombres imprescindibles para Broggi como Dante, Shakespeare, Pirandello, Chéjov, Espriu o Estellés. Y de fondo un canto a la creación como alivio espiritual en días de oscuridad; creación en cualquier vertiente: teatral, literaria, circense, cinematográfica… Ese canto se amplía a un paisaje (Italia) con el que Broggi se siente no menos identificado. El uso de un espacio único como el de la Biblioteca vuelve a maravillar en manos del director. El único para no alcanzar la nota máxima es que la dramaturgia resulta tan excesiva, y tan referencial, que puede alejar (apabullar) a un espectador más generalista. Pero este es un viaje que tiene que hacerse más con la piel, con el espíritu, que con el intelecto y poder así gozar de un mosaico deslumbrante..
Un 8,5 para Oriol Broggi y su formidable equipo de actores. Antes de Wert esta nota había llegado a ser un sobresaliente y, en un guiño fácil, es la que merece 28 i mig, aunque desde Recomana.cat solo nos movemos en números redondos. La última propuesta de La Perla 29 emprende un fascinante viaje en la Biblioteca de Catalunya. Viaje poético, de tremenda fuerza visual y recursos infinitos. De la legendaria película de Fellini parte el tronco argumental con un director en crisis creativa, que encarna Pablo Derqui, como el de 8 y medio. Pero solo es un punto de partida que ha llevado a Broggi a tejer un enorme patchwork, repleto de autorreferencias a su aplaudida trayectoria y de citas o momentos de nombres imprescindibles para Broggi como Dante, Shakespeare, Pirandello, Chéjov, Espriu o Estellés. Y de fondo un canto a la creación como alivio espiritual en días de oscuridad; creación en cualquier vertiente: teatral, literaria, circense, cinematográfica… Ese canto se amplía a un paisaje (Italia) con el que Broggi se siente no menos identificado. El uso de un espacio único como el de la Biblioteca vuelve a maravillar en manos del director. El único para no alcanzar la nota máxima es que la dramaturgia resulta tan excesiva, y tan referencial, que puede alejar (apabullar) a un espectador más generalista. Pero este es un viaje que tiene que hacerse más con la piel, con el espíritu, que con el intelecto y poder así gozar de un mosaico deslumbrante..
Fellini era un gran fabulador. Un impenitente inventor de historias y biografías, incluida la suya. Ese es el espíritu que domina 28 i 1/2 de Oriol Broggi y su troupe de habituales cómplices. Un hermoso libro vivo de cuentos (tristes, alegres, absurdos, íntimos, histriónicos, delicados…. historia del teatro) para cualquiera que todavía conserve la capacidad de dejarse secuestrar por una buena ficción. Un tío-vivo de imágenes evocadoras que explotan años de experiencia en la Biblioteca de Catalunya. Un lugar que en las manos de Broggi –que como casi siempre firma el espacio escénico– se transforma en todo aquello que un hombre de teatro puede imaginar. No hay límites para los buenos fabuladores. Al espectador sólo se le pide que se deje hipnotizar por la belleza.
Fellini era un gran fabulador. Un impenitente inventor de historias y biografías, incluida la suya. Ese es el espíritu que domina 28 i 1/2 de Oriol Broggi y su troupe de habituales cómplices. Un hermoso libro vivo de cuentos (tristes, alegres, absurdos, íntimos, histriónicos, delicados…. historia del teatro) para cualquiera que todavía conserve la capacidad de dejarse secuestrar por una buena ficción. Un tío-vivo de imágenes evocadoras que explotan años de experiencia en la Biblioteca de Catalunya. Un lugar que en las manos de Broggi –que como casi siempre firma el espacio escénico– se transforma en todo aquello que un hombre de teatro puede imaginar. No hay límites para los buenos fabuladores. Al espectador sólo se le pide que se deje hipnotizar por la belleza.
Fellini era un gran fabulador. Un impenitente inventor de historias y biografías, incluida la suya. Ese es el espíritu que domina 28 i 1/2 de Oriol Broggi y su troupe de habituales cómplices. Un hermoso libro vivo de cuentos (tristes, alegres, absurdos, íntimos, histriónicos, delicados…. historia del teatro) para cualquiera que todavía conserve la capacidad de dejarse secuestrar por una buena ficción. Un tío-vivo de imágenes evocadoras que explotan años de experiencia en la Biblioteca de Catalunya. Un lugar que en las manos de Broggi –que como casi siempre firma el espacio escénico– se transforma en todo aquello que un hombre de teatro puede imaginar. No hay límites para los buenos fabuladores. Al espectador sólo se le pide que se deje hipnotizar por la belleza.
