Macbeth. Dir: Christof Loy

informació obra



Direcció:
Jean-François Kessler (de la reposició), Christof Loy
Coreografia:
Thomas Wilhelm
Escenografia:
Jonas Dahlberg
Vestuari:
Ursula Renzenbrink
Il·luminació:
Bernd Purkrabek
Producció:
Grand Théâtre de Genève
Interpretació musical:
Orquestra Simfònica del Gran Teatre del Liceu , Cor del Gran Teatre del Liceu
Intèrprets:
Ludovic Tézier/Luca Salsi, Vitalij Kowaljow / Alessandro Guerzoni, Martina Serafin / Tatiana Serjan, Anna Puche, Saimir Pirgu / Teodor Ilincai, Albert Casals, David Sánchez, Marc Canturri
Autoria:
Giuseppe Verdi
Direcció Musical:
Giampaolo Bisanti
Sinopsi:

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Un homenatge a l'any Shakespeare amb una direcció d'escena espectacular i surrealista

Escòcia. Macbeth escolta com enigmàtiques bruixes profetitzen que serà rei d’Escòcia. En saber-ho, la seva esposa l’empeny a assassinar l’actual rei per substituir-lo. Els vaticinis de les bruixes porten Macbeth a ser sanguinari amb amics i rivals, fins que sol i furiós s’enfronta a la darrera batalla en la qual acaba morint.

Giuseppe Verdi sentia devoció per l’obra de Shakespeare i aquesta és la primera òpera en què es basà en un text del bard. L’entusiasme de Verdi es pot resumir en la seva voluntat d’assolir «quelcom d’extraordinari».

En aquesta versió, el director d’escena Christof Loy situa l’acció en un espai clàssic atemporal amb tocs surrealistes i dominat per blancs i negres, de gran intensitat dramàtica.

Crítica: Macbeth. Dir: Christof Loy

16/10/2016

Macbeth en el Liceo

per Enid Negrete

La ópera, como todo mundo sabe, fue escrita por Giuseppe Verdi (1813-1901) con libreto de Francesco Maria Piave (1810-1876) en su periodo de juventud y al inicio de su popularidad. La primera versión se estrena en Florencia en 1847, pero 18 años más tarde hará una versión especial para el estreno parisino. Como sucedió frecuentemente con las óperas italianas, su estreno en París implicó la introducción de un ballet y su traducción al francés, esta versión no es la que suele interpretarse en la actualidad pero en italiano.

Como también es una constante en los libretos de Piave, a pesar de la preocupación explícita de Verdi por la relación música texto, la verdad es que la adaptación de la obra de Shakespeare no llega al tono trágico del genial texto dramático. Aunque el retrato de la locura de Lady Macbeth es un acierto vocal, escénico y estilístico, las partes más débiles, sobre todo a nivel atmosférico, son las escenas del el mundo irreal: brujas, hadas y el efecto de un bosque caminando hacia el castillo del protagónico. 

La puesta en escena que nos ocupa está firmada por el director de escena alemán Christof Loy, de quién hemos disfrutado su trabajo en otros montajes del Liceo, como la espléndida  Arabella de Strauss de hace dos temporadas o la versión, nada convencional y polémica, del Die Entführung aus dem Serail protagonizada por Diana Damrau en la temporada 2009-2010.  En este caso su trabajo es muy interesante, aunque no siempre acertado. 

Con una escenografía espectacular, elegante y sofisticada, un vestuario hermoso, lleno de detalles y muy cercano a la creación de los personajes, la concepción estética se debilitaba en las escenas que también son un problema en la partitura: el mundo mágico. Los signos escénicos no pasaban al espectador: unas mujeres vestidas de hombre o de camareras con bigotes y barbas no nos dejaban claro si se trataba de brujas, participantes en un carnaval o de transexuales, como tampoco se entendía la idea del ballet de hadas femeninas y masculinas que parecían burlarse del romanticismo, pero no se podía leer el discurso escénico para el espectador. Por otro lado, hay que destacar cómo logra plantear la relación de los protagónicos, permitiéndonos ver los sentimientos mutuos que existen entre ellos y la complicidad no explícita de un cariño matrimonial. La escena del banquete, el manejo del coro en la sobriedad y claridad de la escena dedicada al lamento por la patria extraviada y toda la construcción del arco del personaje de Lady Macbeth, pueden contarse como logros importantes de la dirección escénica.

La dirección musical por su parte, recayó en Gianpaolo Bisanti, director milanés, a quien en general podemos decir que le faltó fuerza para conseguir la tensión dramática, pero que logró momentos muy conmovedores en las partes más líricas de la obra.

El elenco de esta función estaba liderado por Luca Salsi en el papel titular, que mostró una voz luminosa y profunda, con algún exceso de vibrato, pero con un fraseo muy correcto. El tenor rumano Teodor Llincai en el papel de Macduff mostró una voz preciosa con una emisión abierta, pero no acertada siempre en la afinación y con un fraseo muy golpeado. Quién tuvo menos suerte fue el bajo, ya que fue abucheado por el quinto piso al terminar su aria, no sin razón.

Pero de quien debemos destacar su trabajo es de la soprano Tatiana Serjan, que con un fraseo impecable y una voz que logra casi el color metálico que solicitaba el propio autor, hizo una Lady Macbeth memorable vocal y escénicamente. Su debut en este teatro debe considerarse un éxito. 

Un montaje hermoso y un buen elenco, todo con sus peros... como la propia obra de Verdi.