Luisa Miller

informació obra



Autoria:
Giuseppe Verdi
Vestuari:
Carla Teti
Intèrprets:
Dmitry Belosselskiy, Carlo Colombara, Piotr Beczala, Arturo Chacón-Cruz, J'Nai Bridges, Sonia Prina, Marko Mimica, Marco Spotti
Companyia:
Pierrot Teatre, Delrevés Dansa Vertical
Sinopsi:

La presència en escena de la soprano Sondra Radvanovsky i del tenor Piotr Beczala és sempre un esdeveniment. Tots dos artistes tornen a l’escenari del Liceu, al costat d’Eleonora Buratto, Luca Salsi, Juan Jesús Rodríguez i Arturo Chacón-Cruz en els dos casts programats, al servei d’una de les òperes més netament romàntiques de Verdi i que presagia la seva futura maduresa. Luisa Miller, immediatament anterior a la “trilogia popular”, és una òpera intensa però serena, basada en el drama burgès Kabale und Liebe de Friedrich Schiller, un dels autors més adaptats per la ploma verdiana. Damiano Michieletto concentra l’acció en el drama dels dos protagonistes, Rodolfo i Luisa, la innocència dels quals es veu marcada per l’autoritat paterna, vistos de manera paral·lela amb els dos nens que mai han deixat de ser. La posada en escena, ubicada en temps del preromanticisme alemany, presenta amb elegància i contundència el text original —adaptat pel llibretista Cammarano—, així com la partitura de Verdi.

Crítica: Luisa Miller

23/07/2019

Un elenco estelar para interpretar una obra menor de Verdi

per Enid Negrete

Luisa Miller (1849) está considerada como la primera obra del periodo "medio" de Giuseppe Verdi (1813-1901) y es una clara heredera de las características de la ópera romántica: retrato idealizado de la figura femenina, la fascinación por la muerte, historia de amor imposible que lucha contra la maldad, etc. Musicalmente, fuera del cuarteto a capella del segundo acto y el aria del tenor, la verdad es que ofrece pocos momentos musicales relevantes, aunque se notan los intentos de cambio estructural en la obertura, la búsqueda de nuevas formas en los dúos y concertantes con un poco más de sentido dramático que los anteriores de su propia escritura.

El libreto, firmado por Salvadore Cammarano (1801-1852) está lleno de lugares comunes y tiene muchos momentos de incongruencia dramática, pero es de esperarse por la época de su concepción.Con estas características podemos entender que esta sea una de las óperas menos representadas de Verdi. 

En esta ocasión, sin embargo, tenemos un elenco muy interesante para escucharla: Sondra Radvanovsky, una de las mejores sopranos verdianas de los últimos años, que desde el primer concertante deja definido a su personaje vocal e interpretativamente,  y Piotr Beczala una de las voces de tenor más importantes de nuestros días, cuya aria en el segundo acto logró una de las ovaciones más grandes de la noche con toda justicia. Ambos dejaron muy claras sus capacidades como intérpretes verdianos, pero también como dos artistas de primera en la ópera de nuestros días. 

Estos enormes artistas estaban acompañados por el excelente trabajo del  barítono Michael Chioldi (quién se llevó el primer gran aplauso de la noche en su aria) y de la muy buena ejecución de la mezzosoprano J'Nai Bridges, cuya voz aterciopelada y oscura dejaba con ganas de escucharla en papeles más largos. Un elenco muy homogéneo, bien equilibrado, donde las figuras de Dmitry Belosselskly como el Conde Walter y Maro Mimica brillaron con luz propia y nos permitieron escuchar la mejor versión posible de esta obra en vivo en nuestros días.

Diferente situación la del segundo elenco, donde destacaron las figuras de Juan Jesús Rodríguez, con una sólida interpretación de Miller, y la excelente soprano Eleonora Buratto, quien nos sorprendió con una voz extraordinaria y un trabajo de fraseo e interpretación cuidadoso y encantador. Arturo Chacón Cruz, por su parte, es una voz interesante, con algunos problemas en la emisión, que no siempre sobrepasa a la orquesta, pero cuya emocional interpretación del aria del segundo acto recibió una cálida ovación del público.Sin embargo el resto del elenco mostró serias deficiencias vocales y actorales.

El marco estético de este montaje es una propuesta muy interesante y atractiva visualmente lograda con una escenografía inusual de Paolo Fantin, un poco elemental en la propuesta de la coloración del vestuario de Carla Teti y con un manejo del coro escénicamente bastante pobre, pero con un uso del video de Timo Schlüssel creativo y sugerente. En conjunto una producción y un montaje de Damiano Michieletto muy acertado.

La dirección de orquesta estaba bajo la excelente batuta de Domingo Hindoyan,, que llevó a la orquesta con mucha seguridad y logró absoluta limpieza en la interpretación. Un debut  en este teatro por demás exitoso para este joven director.