Fairfly

informació obra



Direcció:
Israel Sola
Vestuari:
Albert Pascual
Escenografia:
Albert Pascual
Intèrprets:
Xavi Frances, Aitor Galisteo-Rocher, Vanessa Segura, Queralt Casasayas
Sinopsi:

Aquests dies de confinament no hi ha teatre. Amb l'objectiu de reconfortar i acompanyar aquests dies de soledat i estranyes, moltes companyies que han penjat vídeos dels seus muntatges. Recomana, sensible a la iniciativa desinteressada dels artistes, els ordena a través del web.  


Podreu accedir a les gravacions clicant la pestanya del video de les fitxes.

Si tens dificultats, clica aquí

Quatre amics intenten organitzar-se després que l’empresa on treballen els comuniqui l’obertura d’un ERE. La primera idea és lluitar per defensar els seus llocs de feina, és clar. Però de quina manera? I de què servirà? Realment val la pena lluitar per aquesta feina que tenen? No seria millor que ho deixéssim estar i intentessin convertir en realitat aquella brillant idea que van tenir uns anys enrere?

En un intent desesperat de maquillar les xifres de l’atur i acabar definitivament amb la consciència de classe, Govern i Mercat s’han unit per intentar demostrar que si la nostra vida professional és precària, infeliç i insatisfactòria és només per culpa de la nostra falta de “cultura emprenedora”. Per això, mentre es liberalitzen els acomiadaments i es retallen els drets laborals, proliferen les campanyes d’ajut a les start-ups i els eslògans motivacionals com: “Surt a complir el teu somni” o “Sigues el teu propi cap”. Tot i que – després de quasi deu anys de crisi – tots som conscient d’aquesta mena de trampes, no podem evitar pensar: “i si el nostre somni es complís? I si la nostra fos realment la idea que pot canviar el món?”.



Finalista a text (Joan Yago) al Premi de la Crítica 2017

Premi de la Crítica 2017 a espectacle de petit format


Crítica: Fairfly

08/04/2017

La mosca de los huevos de oro

per Juan Carlos Olivares

¿De qué va Fairfly? La prudencia aconseja no desvelar demasiado de esta excelente comedia con imprevistos meandros dramáticos de Joan Yago. Es suficiente con saber que una frase en discusión en el redactado del comunicado de un comité de empresa (un ERE pende amenazador sobre las cabezas de los personajes) puede conducir a un destino insospechado. “¡Queremos cambiar el mundo!”. Una manifestación idealista como colofón a un pliego de reivindicaciones laborales. Un futuro con repercusiones utópicas, un eslogan publicitario, y también el augurio del oscuro reverso de un deseo de transformación.

Sí que se puede trasladar al dominio público el exhaustivo trabajo documental que el autor ha llevado a cabo para que el público se adentre en el árido mundo de los estudios de empresa, y que cifras, estadísticas, sondeos de mercado, presupuestos y balances se acepte como el material natural para una divertida comedia. Compartir el fino equilibrio entre la denuncia de un sistema de perspectiva única -que divide a la sociedad entre fracasados y triunfadores- y el entretenimiento de calidad que mana de unos personajes muy bien perfilados y unas escenas redondas en forma y contenido. Cuatro seres que a los pocos minutos nos son tan familiares en sus contradicciones, sus defectos comunes, reacciones incomprensibles, evoluciones de ideas y sentimientos, que prácticamente hacemos nuestro su extraño viaje ligado a un producto revolucionario con los huevos de mosca como materia base.

Sí que se puede descubrir que el tiempo es un factor sorpresa constante, usado por Yago para jugar con el espectador como el amo que distrae y engaña a su gato con un ratón de trapo. Avanzar que estamos ante una obra que es un engranaje teatral bien engrasado que controla tanto los mecanismos de la comedia –hasta llegar al puro gag físico– como del drama. Conviven el subidón del impulso de la carcajada y el silencio que acompaña al descenso trágico. Propagar que Israel Solà ha dirigido este excelente material con la precisión y agilidad que requiere una comedia con los intérpretes -enchufados, comprometidos y poliédricos Queralt Casasayas, Xavi Francés, Aitor Galisteo-Rocher, Vanessa Segur- sintiendo el aliento del público en la nuca. Todo es un registro de detalles, sencillez, control del ritmo, fluidez, conducción inteligente de los recursos y el espacio, de las sorprendentes curvas que contiene el texto, de las brutales elipsis, de los cambios de registros de una escena a otra. Un simple movimiento de sillas y el público se puede encontrar en un lugar y momento que no se espera. Maneras para tenerte constantemente atado -con la brida corta- a lo que sucede alrededor de una mesa.

Un éxito con mimbres para tener una larga vida en los escenarios, como en su día fue El mètode Grönholm de Jordi Galcerán.


L'enllaç a Youtube no està disponible.