Coppélia. Dir: Julio Bocca

informació obra



Composició musical:
Léo Delibes
Direcció:
Julio Bocca, Víctor Álvaro
Autoria:
E.T.A. Hoffmann, Josep M. Benet i Jornet
Adaptació:
Charles Nuitter, John Arthur Lanchbery
Escenografia:
José Varona
Vestuari:
José Varona
Intèrprets:
Ballet Nacional Sodre - Uruguay
Il·luminació:
Paulo César Medeiros
Producció:
Theatro Municipal de Rio
Sinopsi:

Una potent obra, dirigida per l'ex ballarí Julio Bocca

Coppélia és una nina autòmat de Coppelius amb la qual vol robar l’ànima de Franz. Però Swanilda, promesa de Franz, fent-se passar per Coppélia, el salva. Història divertida i profunda, qüestiona la moral científica que desafia la fe i vol crear vida amb la raó; alhora ens fa qüestionar els qui estimem.

L’obra, composta per Léo Delibes i basada en els contes fantàstics d’E. T. A. Hoffmann, té un marcat caire realista, tant en els personatges com en l’ús de danses tradicionals.

En aquesta producció, Julio Bocca dirigeix el ballet del Sodre de l’Uruguai en una versió d’un fort caràcter teatral. La proposta juga amb els colors del vestuari per reforçar amb gran força i elegància la dramatúrgia en els ballarins.

Ciro Tamayo, finalista a la categoria de ballarí dels Premis de la Crítica 2016

Crítica: Coppélia. Dir: Julio Bocca

19/12/2016

Brillante elenco

per Carmen del Val

Dinámica, mágica, virtuosa y magistralmente interpretada resultó Coppélia, la obra que el Ballet Nacional de Sodre de Uruguay, (BNS) dirigido por Julio Bocca, ha elegido para su presentación por primera vez en el Gran Teatro del Liceo. Coppélia o La muchacha de los ojos de esmalte, ballet pantomima en dos actos y tres escenas, se estrenó en el Teatro Imperial de la Ópera de la Rue Le Peletier de París el 25 de mayo de 1870, en presencia del emperador Napoleón III. El libreto era de Charles Nuitter y Arthur Saint-Leon, éste último autor también de la coreografía, y se basaba en el cuento original Der Sandman (El hombre de los ojos de arena) de E.T.A. Hoffmann. La versión que ha ofrecido el BNS en el Liceo es del cubano Enrique Martínez, que se estrenó en Nueva York, por el Brooklyn Academy el 24 de diciembre de 1968, y destaca por su dinamismo y complejidad de las frases coreográficas,  heredadas de la tradición franco-rusa.

Coppélia es un ballet cruel, si se analiza el argumento, al igual que lo son las películas de Disney, sin embargo la versión que ofrece el BNS tiene la virtud de la inocencia que emana de sus jóvenes intérpretes y la dramática historia de Dr. Coppélius, enamorado de una muñeca, se tiñe en manos de Martínez de exquisito humor. Este ballet introduce por primera vez en su argumento un mundo de autómatas, temática que culminará en la inquietante historia del ballet Petruska. El I Acto de esta obra en de una gran vitalidad. El cuerpo de baile del BNS hechizó al público por su disciplinado baile, su trabajo excelente  de puntas y sus precisos y asombrosos giros y saltos. Las danzas de carácter como mazurcas,  czardas, gigas y bolero imprimen una gran fuera y colorido a este acto. Unificar el estilo de más de setenta bailarinas en escena no habrá sido fácil para Julio Bocca, director de la compañía desde hace seis años, pero lo ha conseguido. ¡Bravo Julio! En este primer acto hemos de destacar el excelente baile de la pareja protagonista, la noche del estreno, encarnada por María Riccetto en el papel de Swanailda, virtuosa y con un mágica souplesse, y de Gustavo Carvalho, como un gallardo Franz, Sin embargo quien arrancó los aplausos más sentidos en este primer acto fue el español, Ciro Tamayo, que cortó la respiración del espectador en la mazurca. Sus brisés volés, entrechats y jetés, fueron de una nitidez apabullante.

El II Acto de Coppélia es de un gran dramatismo, que en esta versión de Martínez acentúa la misteriosa y tenebrosa escenografía de José Varona. La ternura que muestra el  Dr. Coppélius, encarnado por un convincente, Daniel Galarraga, al creer que su muñeca tiene vida, junto  el juego interpretativo que mezcla la insolencia de Swanilda y el amor de Dr. Coppélius derrite el corazón del espectador.  El III Acto es una explosión de alegría y de buen baile. Toda la compañía se une en una vital y acelerada danza rápida, compartiendo la felicidad que viven la pareja protagonista. El BNS junto a un emocionado Julio Bocca  recibieron los entusiastas aplausos y sentidos bravos del público, que llenaba el Gran Teatro del Liceo.