CRÍTIQUES

VALORACIÓ
8
El vuelo raso de una mariposa muy apreciada
Publicat el: 26 de desembre de 2024
CRÍTiCA: Madama Butterfly. Moshe Leiser i Patrice Caurier
La obra maestra de Giacomo Puccini sigue cautivando a nuevos y viejos públicos con su excelsa partitura y el conmovedor destino trágico de la protagonista. La reposición en el Liceu de la producción firmada por Moshe Leiser y Patrice Caurier, por cuarta vez desde el 2006, ha confirmado que se trata de uno de los títulos más apreciados por el público. Sin novedades en la propuesta, la expectación se centró en el reparto vocal, encabezado, el día del estreno, por la búlgara Sonya Yoncheva, que con su sólida interpretación y una voz potente y bien proyectada se llevó los mayores aplausos del respetable. Un papel de enorme exigencia sobre el que recae todo el peso de la función.
Dos décadas después del estreno de esta Madama Butterfly, la lectura de Leiser y Caurier, aunque fiel, resulta excesivamente lineal, con la apuesta por el tradicionalismo y la conocida estampa oriental de los kimonos, los tatamis, las puertas correderas y los cerezos. Hieratismo y sutileza para una obra que enfrenta al sumiso Oriente con el prepotente Occidente. La delicada, elegante y sencilla puesta en escena tiene su público, pero a estas alturas de la película se agradecería una versión más arriesgada e imaginativa.
Como el resto del elenco, Yoncheva sucumbe a una propuesta de vuelo raso, carente de fuerza dramática y de la pasión que se le supone a la pareja protagonista: la quinceañera Cio-Cio-San (Madama Butterfly) y el oficial norteamericano Pinkerton, quien, tras casarse con ella y llevarla al cielo de los sueños, la abandona. El tenor Matthew Polenzani dejó buena muestra de sus brillantes agudos en el rol del oficial, pero se echó en falta más química entre la pareja y una dirección escénica más acorde con los intensos vaivenes emocionales de la trama.
Notable trabajo el de la servicial Susuki de Annalisa Stroppa y el Goro de Juan Noval-Moro, y muy celebrada fue la batuta del chileno Paolo Bortolameolli, director musical asociado de Los Angeles Philarmonic. Otra buena noticia: la soprano catalana Montserrat Seró ha debutado en el Liceu con su elegante silueta proyectada tras un panel. En el muy breve papel de la esposa norteamericana de Pinkerton, ha alzado el vuelo una de las voces más prometedoras de su generación, que volverá en verano al coliseo de la Rambla con el concierto West Side Story dirigido por Gustavo Dudamel.
Sonya Yoncheva cautiva al público, aunque falta pasión entre los protagonistas y la lineal propuesta flojea en emoción
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